Credo de la familia en duelo

1. La elaboración del duelo enpieza por casa. Y si no se hace bien hace mucho mal. El duelo es muy comunitario.
2. El duelo es intransferible. Nadie puede el duelo por uno. No hacerlo por separado. Elaborarlo en familia. Evitar sentirse fuera del proceso del duelo de la pareja.
3. Procurar no comparar el sufrimiento: “Claro yo lo tuve 9 meses…”. Que nadie sienta que el amor por el muerto no es valorado en su justa medida.
4. No hacerse el fuerte o parecer fuerte para apoyar a los otros. “Porque si yo aflojo…”. Permitirse aflojar es fortaleza.
5. Tomarse tiempo y lugares propios para el desahogo. Vivir la fechas clave en familia, con serenidad, sin evadirlas.
6. No hacer un tema tabú la muerte de un ser querido.
7. No cambiar los roles. Hay que hacer el duelo, pero no dejar de ser padres. Que los hijos no sean superprotejidos. Dialogar mucho padres e hijos.
8. Saber pedir ayuda. Hay grupos de mutua ayuda en duelo…
9. Proteger la vida afectiva y sexual del matrimonio. Evitar la disolución del vículo. Trabajar juntos posibles sentimientos de culpa. 
10. Permitir opinar o actuar sin que nadie se moleste. 
11. Acudir a la fe en Dios, en la resurrección y a los vínculos de contención con la Iglesia.
12. Vivir no sobrevivir. Vivir por uno mismo, no por los hijos… El mejor regalo a quien se murió: ser felices.